El FMI revisa al alza el pronóstico de crecimiento de China para 2019 al 6,3 por ciento FIBRA RESISTENTE A LAS LLAMADAS

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó el martes al alza la proyección de crecimiento de China para 2019 al 6,3 por ciento, 0,1 puntos porcentuales más que su estimación anterior de enero, según el recién publicado Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) de abril de 2019.

La revisión al alza reflejó el impacto combinado de los recientes acontecimientos en las conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos, la política fiscal expansiva más fuerte de lo esperado de China y una desaceleración de la economía global, dijo a Xinhua Changyong Rhee, director del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI.

'Tenemos que revisar nuestro pronóstico de crecimiento debido a una mayor expansión fiscal; al mismo tiempo, la economía global ha comenzado a desacelerarse, lo que en realidad tiene un impacto negativo', dijo Rhee, añadiendo que el FMI hizo la última proyección. teniendo en cuenta factores tanto positivos como negativos.

En su último informe anual sobre la labor del gobierno, China fijó el objetivo de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para 2019 entre un 6 y un 6,5 por ciento. La segunda economía más grande del mundo también se compromete a seguir buscando un desarrollo de alta calidad.

El pronóstico a mediano plazo del FMI ve una desaceleración gradual en China 'a medida que continúa el reequilibrio interno hacia una economía basada en el consumo privado y los servicios y el endurecimiento regulatorio desacelera la acumulación de deuda y las vulnerabilidades asociadas'.

En el último informe WEO, proyectó una tasa de crecimiento del 6,1 por ciento para China en 2020, ligeramente por debajo de la estimación anterior del 6,2 por ciento.

El informe destacó las tensiones comerciales como una de las fuentes clave de riesgo a la baja para las perspectivas globales, señalando que el aumento de los aranceles llevaría a precios más altos para los consumidores, y la incertidumbre en materia de política comercial reduciría la inversión empresarial, perturbaría las cadenas de suministro y frenaría el crecimiento de la productividad.