Estímulo fiscal que lucha contra los obstáculos económicos

Las autoridades económicas de China están utilizando políticas fiscales y monetarias de estímulo con dos propósitos. En primer lugar, buscan amortiguar la transición de largo plazo de la economía hacia una economía impulsada por el consumo, los servicios y la manufactura de mayor valor agregado. En segundo lugar, también están luchando contra vientos en contra causados ​​en gran medida por factores externos: una economía mundial en desaceleración y disputas comerciales.

La constante caída en el crecimiento del PIB (del 6,4 por ciento en el primer trimestre al 6,2 por ciento en el segundo trimestre y al 6,0 por ciento en el tercer trimestre, según los datos publicados el 18 de octubre) es exactamente lo que se espera y necesita.

La nación está pasando del crecimiento bruto del PIB a un énfasis en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El resumen de los datos del tercer trimestre de la Oficina Nacional de Estadísticas decía: 'Se hicieron esfuerzos sólidos para avanzar en las 'tres batallas críticas' de prevenir y desactivar los riesgos financieros, llevar a cabo una erradicación selectiva de la pobreza y controlar la contaminación'.

Y continúa la transición de la manufactura a los servicios (que oficialmente se denominan industria terciaria). 'La estructura económica se optimizó. En los tres primeros trimestres, el valor añadido de la industria terciaria representó el 54,0 por ciento del PIB, 0,6 puntos porcentuales más que el del mismo período del año pasado', dijo el BNE en su resumen.

Sin embargo, esta transición causa dolor económico a medida que las industrias y los empleos antiguos se reducen y los recursos se redirigen. Uno de los objetivos de la política macroeconómica es reducir este dolor.